miércoles, 3 de diciembre de 2008

DESDE EL NACIMIENTO


La importancia de la leche materna


Según diversos estudios, la leche materna es fundamental para el desarrollo del sistema inmune y de la microflora del bebé durante su primer año de vida.
La lactancia materna es fundamental durante el primer año en la vida de un ser humano y el desarrollo de su sistema inmune, ya que a través de ella se favorece el progreso de la microflora.
Después del nacimiento comienzan a instalarse bacterias en la piel, en las membranas mucosas y en el intestino del lactante, por lo que esta transferencia bacteriana de la madre al hijo forma las bases de la microflora intestinal, que juega un rol importante en el desarrollo del sistema inmune del recién nacido.


La microflora intestinal supera en número –10 a 1– a las células del cuerpo humano, lo que sumado a que el intestino es el órgano inmune más grande, sugiere que la microflora intestinal podría tener un impacto importante en el desarrollo y funcionamiento del sistema inmune.
Según un importante trabajo presentado por Arthur Owenhand de la Universidad de Turku, Finlandia, durante el Simposio Internacional "Programación nutricional: implicaciones en la alimentación infantil", llevado a cabo en Barcelona, el sistema inmune se desarrolla primordialmente durante el primer año de vida, siendo durante este mismo período cuando lo hace la microflora.


Asimismo, es también en esta etapa cuando se da la oportunidad para tratar de corregir el desarrollo inadecuado del sistema inmune a través de la modulación de la microflora intestinal.
"La microflora de los lactantes alimentados a pecho es la ideal. Aunque la lactancia materna es la forma de alimentación más deseable para los lactantes, las mejoras continuas que se están realizando en las fórmulas infantiles permiten el desarrollo de una microflora semejante en el lactante", explicó Owenhand.


En este sentido, indicó que la adición de prebióticos (oligosacáridos) a las fórmulas infantiles es un "avance significativo", dado que contribuye a reforzar el sistema inmune del lactante al favorecer el aumento de bacterias beneficiosas en la flora intestinal y la disminución de las bacterias patógenas, colaborando en la prevención de procesos infecciosos.
Un factor importante, responsable del predominio de bifidobacterias en la microflora de los niños alimentados al pecho, son los oligosacáridos de la leche humana.
Debido a que no son digeribles, los oligosacáridos de la leche humana tienen efecto prebiótico.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la leche materna constituye la mejor nutrición para el crecimiento y desarrollo infantil.

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