martes, 9 de diciembre de 2008

LAS TIC EN LA NUTRICION


Es de suma importancia saber que gracias a las tics podemos visitar esta pagina, ellas nos dan los medios para expresar nuestras creencias, conocimientos e inquietudes.

¿CUALES SON LOS PROBLEMAS DE UNA MALA ALIMENTACION A FUTURO?

DULCES Y NIÑOS



Saber comer
Hay una gran diversidad de factores que condicionan la alimentación de los seres humanos, como pueden ser el entorno familiar, el clima, el tipo de sociedad, la cultura, la religión, etc. Desde su nacimiento, el bebé adquiere unos hábitos alimentarios que lo marcarán para el resto de su vida.

¿Cuándo empiezan los hábitos alimentarios?
Lo cierto es que los hábitos alimentarios se inician con la primera ingesta de la leche materna o preparada que toma el bebé. La madre procura acostumbrarle a sus tomas en unas horas determinadas, siguiendo un criterio propio o del pediatra. A medida que el niño va creciendo, estos hábitos adquieren una base más sólida.

¿Qué es la educación de los hábitos?
Es importante que el niño reciba una educación de estos hábitos, para que cuando se introduzca en la alimentación adulta pueda comer bien y equilibradamente. Por esta razón, la educación del entorno es fundamental. Esto significa que si la dieta de los adultos es variada y equilibrada, lo más seguro es que la del niño también lo será. Si por el contrario cada persona come por su cuenta o la compra de alimentos precocinados es habitual, difícilmente el niño llegará a tener una dieta equilibrada.
Está comprobado que cuando se cocina en casa los niños acaban prefiriendo una amplia variedad de alimentos.

Es muy importante recordar que una buena alimentación es necesaria para un buen crecimiento y también que una buena alimentación es la primera medicina preventiva.

¿La adaptación a nuevos gustos y texturas?
En el momento en que el niño deja de tomar únicamente leche y pasa a ingerir otros alimentos, como son los jugos, los caldos o las primeras papillas, necesitan un período de adaptación más o menos largo según la manera de ser de cada niño. Cuando pasa del cambio de textura líquida a la textura triturada, y más adelante a la desmenuzada, el grado de adaptación aumenta. Por este motivo, es importante que las personas que conviven con el pequeño estén implicadas y sigan unas mismas directrices: deben ser conscientes de que están educando la manera de comer y, por lo tanto, de alimentarle.

¿Cómo alimentar al bebé?
Es necesario tener un criterio propio sobre la alimentación del bebé, aspecto al que en la actualidad se le da suma importancia. Sin embargo, a menudo se cometen errores alimentarios, que pueden perjudicar el crecimiento y el estado de salud del niño.

Entre los pediatras suele haber puntos de vista diferentes sobre la edad en que deben introducirse alimentos sólidos sin triturar. Lo importante es seguir sus recomendaciones sobre la alimentación y la salud del bebé. Nunca debemos hacer caso de aquellas personas que creen saber más que los propios especialistas.

Como ya se ha comentado al principio, hay diversos factores por los que el niño empieza a adquirir unos hábitos concretos. Por ejemplo, los niños que van a los jardines infantiles suelen comer antes mayor variedad de alimentos. Está comprobado que un porcentaje muy elevado de niños de dos años que van a la escuela comen sin problemas la ensalada, a diferencia de la mayoría de los que a esta edad comen en casa. Lo mismo ocurre con el pescado y la verdura cocida.

Los principales errores alimentarios
Algunos errores alimentarios son propios de los países desarrollados, como dar al niño un exceso de proteína animal o de grasa, también de procedencia animal, y por el contrario darle muy pocas legumbres (carbohidratos compuestos). Esto se opone a la base de la dieta recomendada por los pediatras. Sabemos que es preciso controlar las grasas saturadas (de procedencia animal), pero a menudo se le da al niño un exceso de carne, que también contiene grasas saturadas en su composición. Algunas carnes llevan más que otras, pero aunque se saque toda la grasa visible de un bistec, siempre queda una parte.

Para una buena alimentación infantil es necesaria la proteína, que se encuentra en la carne, el pescado, los huevos, la leche y derivados como el yogur, el queso o los postres lácteos. Estos alimentos también contienen mayor o menor cantidad de grasas saturadas. No obstante, también se encuentra proteína en las legumbres, los cereales, las féculas y los frutos secos, que en general no llevan grasas o las llevan de procedencia vegetal que no son perjudiciales para la salud. Por otra parte, los cereales y las legumbres son ricas en fibras, necesarias para una buena evacuación.

Antes el estreñimiento era únicamente un problema de personas adultas; en la actualidad cada vez hay más niños con este problema.

Respetar los gustos personales del niño
Cada niño es diferente y tiene sus propios gustos. Debemos respetar que haya un alimento que no le guste, pero no se puede permitir que abandone una familia de alimentos. Por ejemplo, si no le gusta la leche, se le pueden dar yogures, flanes o queso; o si no le gustan los porotos verdes, se le pueden dar espinacas, acelgas, etc. Lo más importante es saber sustituir un alimento por otro de las mismas características nutritivas.

COMO ALIMENTAR A NUESTRO HIJO


Ya sabemos qué importante es la alimentación para la salud de nuestros hijos, es uno de los principales factores para su desarrollo tanto físico como intelectual y además con una buena alimentación, se evitan algunas posibles enfermedades.
Nuestro deber como padres es tener unos conocimientos básicos para poder alimentar adecuadamente al niño. Por esta razón un grupo de pediatras ha escrito un libro sobre esta cuestión, es un libro fácil de entender y muy claro, nos alecciona sobre los fundamentos de una alimentación sana para el niño.
Se trata del libro Cómo alimentar a los niños, en él podremos ver que alimentación es la más adecuada para cada etapa del desarrollo del niño. Los alimentos son analizados, dándonos las claves de cuándo y cómo administrarlos.Libros así, ayudan a que no tengamos errores alimentarios para con nuestros hijos, ya que en ocasiones, lo que podamos creer bueno para ellos, puede resultar totalmente lo contrario, además en este libro las explicaciones son bastante claras para nuestra fácil comprensión.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

DESDE EL NACIMIENTO


La importancia de la leche materna


Según diversos estudios, la leche materna es fundamental para el desarrollo del sistema inmune y de la microflora del bebé durante su primer año de vida.
La lactancia materna es fundamental durante el primer año en la vida de un ser humano y el desarrollo de su sistema inmune, ya que a través de ella se favorece el progreso de la microflora.
Después del nacimiento comienzan a instalarse bacterias en la piel, en las membranas mucosas y en el intestino del lactante, por lo que esta transferencia bacteriana de la madre al hijo forma las bases de la microflora intestinal, que juega un rol importante en el desarrollo del sistema inmune del recién nacido.


La microflora intestinal supera en número –10 a 1– a las células del cuerpo humano, lo que sumado a que el intestino es el órgano inmune más grande, sugiere que la microflora intestinal podría tener un impacto importante en el desarrollo y funcionamiento del sistema inmune.
Según un importante trabajo presentado por Arthur Owenhand de la Universidad de Turku, Finlandia, durante el Simposio Internacional "Programación nutricional: implicaciones en la alimentación infantil", llevado a cabo en Barcelona, el sistema inmune se desarrolla primordialmente durante el primer año de vida, siendo durante este mismo período cuando lo hace la microflora.


Asimismo, es también en esta etapa cuando se da la oportunidad para tratar de corregir el desarrollo inadecuado del sistema inmune a través de la modulación de la microflora intestinal.
"La microflora de los lactantes alimentados a pecho es la ideal. Aunque la lactancia materna es la forma de alimentación más deseable para los lactantes, las mejoras continuas que se están realizando en las fórmulas infantiles permiten el desarrollo de una microflora semejante en el lactante", explicó Owenhand.


En este sentido, indicó que la adición de prebióticos (oligosacáridos) a las fórmulas infantiles es un "avance significativo", dado que contribuye a reforzar el sistema inmune del lactante al favorecer el aumento de bacterias beneficiosas en la flora intestinal y la disminución de las bacterias patógenas, colaborando en la prevención de procesos infecciosos.
Un factor importante, responsable del predominio de bifidobacterias en la microflora de los niños alimentados al pecho, son los oligosacáridos de la leche humana.
Debido a que no son digeribles, los oligosacáridos de la leche humana tienen efecto prebiótico.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la leche materna constituye la mejor nutrición para el crecimiento y desarrollo infantil.